30 años de “Avalancha” de Héroes del Silencio: “Para siempre me parece mucho tiempo”
Este 18 de septiembre de 2025 se cumple el 30º aniversario de uno de los discos más importantes de la historia del rock en castellano, y por ende de los trabajos musicales hechos en España y por una banda española. Hablamos de Héroes del Silencio y su ‘Avalancha’. ¡Palabras mayores! Era inevitable profundizar en las entrañas de un monstruo como aquel, y en un momento de la historia con una banda en su momento más alto, pero a la vez a punto de implosionar. Es David Esquitino el que nos ofrece este artículo tan profundo sobre el último disco de estudio de los aragoneses, y esta disección quirúrgica sobre el momento en el que Héroes, en plena avalancha personal y profesional, dijeron “hasta siempre” y (casi) “para siempre”.
‘Avalancha’ parte de un momento muy difícil en la banda, y visto desde ahora se entiende mejor tanto lo rupturista que fue como que representara ese último intento a la desesperada de reconducir una relación ya deteriorada. El hijo les salió guapo, y listo, pero no consiguió salvar el matrimonio, si me permitís la analogía, de una banda en lo más alto de su carrera, pero a la vez herida y dolorida.
Curiosa disyuntiva y contraste por tanto entre el éxito del disco y la posterior gira, junto la autodestrucción implícita de esta última época del grupo. Y todo ello enmarcado en el contexto de ser uno de los trabajos más importantes de la historia del rock en castellano. Así, tras haber tenido un embarazo previo complicado, el parto es abrupto: comenzando con la muerte de dos personas muy cercanas del entorno del grupo (su road manager en accidente de tráfico en 1993, y Rafael, el hermano de Enrique, en 1994), hasta la obviedad de que el LP se gestó en un momento de hastío de girar sin parar.
De esto pasamos a los problemas varios de excesos que nunca han ocultado, pero a la vez no han incidido de más en ello. Eso sí, que la gira del disco anterior se llamara “El camino del exceso” no era casual, por aportar una pista extra o un dato adicional que refuerce la teoría. Y llegamos a la evidente lucha de egos y liderazgo en la banda, sobre todo entre Enrique y Juan, que empezaba a ser una bomba de relojería.
Añadimos los propios (y graves) problemas de tendinitis de Juan que le han martirizado desde entonces hasta la gira de reunión en 2007 (donde necesitó literalmente un guitarrista extra, su hermano Gonzalo Valdivia, que llevara el peso principal de las canciones), y terminamos con las discrepancias musicales que surgieron entonces y que pudimos ver reflejadas después en ‘Radical Sonora’, primer disco en solitario de Bunbury, y en toda su carrera posterior en realidad.
Mezclamos todo, agitamos la coctelera, y ya tenemos el germen y embrión para entender las circunstancias en las que se hizo este disco, y por qué salió “así” y ocurrió “lo que ocurrió” tras el mismo.
Quizás sea otra historia, o la misma en realidad, pero no vamos a comenzar el articulo por el final. Así que empecemos mejor por el comienzo, o al menos hablando del disco en sí.
Hablamos del álbum más maduro del grupo, pero a la vez posiblemente el más deslavazado, y casi ingenuo. Homogéneo y ecléctico al mismo tiempo, rompedor y evolucionado a la vez, moderno y atemporal… dando forma a esos contrastes que hacen de éste un trabajo tan particular y especial.
Es el disco de Héroes que menos suena a Héroes, pero a la vez su LP definitivo, o con el que, quizás, alcanzan su sonido definitivo. Yo, personalmente, no estoy de acuerdo en esto, pero es una opinión mayoritaria, o al menos muy extendida y aceptada, y como tal la expongo.
Va en gustos, eso sí, el considerar ‘Avalancha’ el mejor redondo de Héroes, o el más representativo, y para mí no es ni lo uno ni lo otro, pero sí es un trabajo seminal y realmente importante para la historia del rock en castellano. Es imprescindible también darle un extra de atención y valor cuando, aunque entonces nadie lo sabíamos aún, sería el último… literalmente hasta hoy. La banda aún tenía contrato en vigor con la discográfica, lo que le comprometía a publicar cinco discos más, y de ahí que hayan salido trabajos varios después: desde el directo oficial entonces, que abordamos en breve, el disco de rarezas, o recopilatorios y directos posteriores.
Llama la atención que ‘Avalancha’ tiene dos partes, y seguramente no hayamos caído en la cuenta: La primera es más directa, con temas rotundos y “cortos”, explosivos incluso, mientras que la parte final, seguramente marcado el corte por uno de los temas clave como es “La chispa adecuada”, es más evocadora, etérea, intimista, cambiante y reflexiva. De nuevo aparecen los contrastes del disco, tal vez de casualidad, aunque no lo creo, en ese ying y yang que caracteriza para mí al LP.
Efectivamente, es una avalancha de emociones, sensaciones, visceralidad, momentos musicales diferentes, y también de personalidades que se mezclan en una olla a presión que explotaría a posteriori, aunque entonces no fueran conscientes (y por supuesto nosotros menos). Es gratuito y ventajista juzgarlo ahora, incluso poder hablar de ello con ligereza 30 años después, pero en este caso el tiempo nos ha dado la razón y ha explicado muchas cosas de por qué este disco es, o fue, “así”.
Para saber más, o profundizar de verdad, os recomiendo tanto los textos e historias de muchas de las comunidades oficiales de fans de Héroes como alguna biografía, por ejemplo “Héroes de Leyenda”, escrita por Antonio Cardiel, hermano del bajista, o ese interesante y clarificador documental “Silencio y Rock n’ Roll”, donde ellos mismos cuentan mucho sobre su historia completa, sin obviar casi nada, y menos de esta última etapa y su separación.
A modo de resumen, hay que mentar el inicio en el “Hospital de Benasque”, (un hostal o albergue en el Pirineo aragonés donde se compuso parte del disco y se grabaron las maquetas del mismo), y unos primeros títulos tentativos, desde “El hombre malo”, que quedó atrás rápido, o “Babel”, el que habían elegido antes de viajar a América.
Ellos mismos comentan al respecto en la entrevista que encontramos en La Heavy de octubre de 1995: “Teníamos compuestos veinte temas de los cuales se han grabado trece, y en el compacto irán 12. “Virus” irá para cara B del single, y hay otro, “Babel”, que no se llegó a mezclar, y a lo mejor se queda para siguientes discos”.
Aunque de nuevo cometemos el pecado de “empezar” por el final, sí es pertinente una explicación extra al respecto: “Babel”, ya terminada, salió más adelante en el recopilatorio ‘Rarezas’, que vio la luz en 1998, pero nunca llegó a entrar en ningún nuevo disco… porque no hubo más.
Curiosamente, suena más a los Héroes “de antes” que a los “de entonces”. Lo que no muchos saben es que, como decimos, precisamente fue uno de los primeros títulos barajados para el disco que luego fue ‘Avalancha’.
Otra curiosidad es que inicialmente estaba pensado como una continuación de ‘El espíritu del vino’ y no como el disco rompedor y con personalidad propia que luego fue. Tampoco es casual cómo evolucionó el concepto del álbum, o lo que querían presentar inicialmente, con lo que salió en realidad después.
Doy dos pinceladas al respecto, y os hago trabajar atando cabos: Entre el vídeo de “Iberia sumergida”, primer single (de septiembre del 95), y el de “Avalancha” (julio del 96), no pasó ni un año, pero son totalmente diferentes. En el primero vemos a unos Héroes aún melenudos y muy cercanos a la imagen de ‘El espíritu del vino’, y en el otro salen en Las Vegas con una imagen muy diferente, el pelo más corto todos y una estética visual absolutamente americana y “moderna” de los 90.
De cualquier manera, al final nos encontramos con más rock alternativo y noventero que nunca, en un trabajo que ha envejecido bien, una cosa no quita la otra, pero sin duda que es el disco más “de su época” y el que más suena “a los 90” de su carrera.
‘Avalancha’ cuenta con profusión de Influencias propias, claro, aunque también tiene un sonido más duro de guitarras, incluso pesado de entonces, pero a la vez más alternativo y casi grunge en algunos momentos. Era la época, amigos, y era el sonido preponderante en ese momento. Es decir, no suena “moderno” pero sí actual de entonces, aunque hoy nos parece clásico y hasta atemporal, y sin duda más duro de base y producción que los anteriores. Para ser justos, también es más cercano a cómo sonaba el grupo siempre en directo, todo sea dicho.
Sin incidir de más en esto, es reseñable el cambio de sonido, de imagen (ligero tal vez, pero evidente), y la intención de mirar mucho al mercado latino y anglosajón (angloparlante más bien, y norteamericano), pero también ampliar las miras en Europa. Es cierto, y evidente, que fueron importantes en Alemania o Suiza, y que llegaron a tocar en festivales europeos importantes, pero quizás no fue algo tan relevante o grande como a veces se nos quiso vender… entonces y ahora.
Información concreta del disco
En la revista de agosto de ese año (en el número 144) encontramos ya un completo reportaje en La Heavy, en concreto en la sección “Grabando”, con previa y entrevista telefónica de Mariskal hablando del disco con Bunbury pocas horas antes de volver a España desde “los States”.
Recuperamos algunas declaraciones interesantes, por ejemplo, hablando del productor, el mítico Bob Ezrin: “Ya había habido contacto previo, que le mandamos las maquetas de ‘Senderos de traición’ y ‘El espíritu del vino’, y entonces ya conocía un poco nuestro trabajo y tenía muy claro qué es lo que quería hacer con el grupo”.
Y añade comentando sobre cómo fue trabajar con una leyenda como él: “Nos acongojaba un poco cuando entramos en el estudio. Todavía no nos lo creemos del todo, porque estamos hablando de un productor que ha hecho discos de los que todo el mundo ha estado disfrutando en todas las épocas: los sesenta, los setenta y los ochenta. Desde Alice Cooper, Lou Reed, Aerosmith, Pink Floyd, Kiss o Peter Gabriel”.
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