Concebido como un producto pop, lejano del rock oscuro que practicaba la banda en 1987, sirvió no obstante para darla a conocer en televisiones, radios y los 40 Principales.
El mar no cesa
No fue fácil acceder a un estudio profesional. Desde 1984, habían grabado varias maquetas que circularon por las compañías discográficas españolas sin llamar la atención.
Después del concierto de la sala En Bruto, el 10 de enero de 1987, Gustavo Montesano y Roberto Azorín convencieron a EMI-HISPAVOX para que les probara con un mini LP. “El mar no cesa” fue la culminación de esa etapa.
Más de un alto ejecutivo debió estirarse de los pelos al haber ignorado a una banda que vendió más de 150.000 copias de su primer LP.
Había que dar un giro radical. Phil Manzanera lo tuvo claro el día en que los vio tocar en Calatayud: era preciso plasmar en el segundo LP el contundente sonido de la banda sobre el escenario.
SENDEROS DE TRAICIÓN
En los estudios Kirios, en Alcorcón, había una mesa de sonido Neve de válvulas, idéntica a la que se utilizaba en los Abbey Road de Londres.
Phil Manzanera les hizo interpretar los temas a todos juntos, haciendo que sonaran como una banda.
El producto se redondeó con una excelente fotografía de Javier Clos. “Entre dos tierras” empezó a sonar en España, Suiza, Bélgica y Alemania. La carrera internacional había comenzado.
Otra vuelta de tuerca hacia el rock and roll. Un sonido espectacular, de una brillantez insuperable, un disco doble cargado de guitarras que tejen una potente estructura sonora.
EL ESPÍRITU DEL VINO
“El espíritu del vino” es el álbum con el título más poético de la banda, homónimo del poema L’ame du vin, de Baudelaire.
También presenta el diseño más sofisticado, fruto del trabajo de Pedro Delgado.
Y un conjunto de grandes temas, que se presentaron en la extenuante gira “El camino del exceso”: 138 conciertos en 16 países. El largo tour terminó el 16 de julio de 1993, en Kerhsatz, Finlandia, con la nada al borde de la disolución.
El testamento musical de Héroes del Silencio, expresión de un rock de influencia americana
nunca superado. El broche de oro a una carrera irrepetible.
AVALANCHA
El último álbum de la banda requirió un largo trabajo de composición, desarrollado en Benasque, High Wycombe y Los Ángeles, entre Septiembre de 1994 y abril de 1995, momento en que comenzó la grabación en los estudios Soundcastle.
Y nada menos que dirigida por Bob Ezrin, que había producido antes el mítico The Wall, de Pink Floyd.
Fue también el principio del final: la lesión en la mano de Juan, las desavenencias musicales, la convivencia ininterrumpida y la incomunicación provocaron que el 6 de octubre de 1996 Héroes del Silencio terminara su historia.
Concebido como un producto pop, lejano del rock oscuro que practicaba la banda en 1987, sirvió no obstante para darla a conocer en televisiones, radios y los 40 Principales.
El mar no cesa
No fue fácil acceder a un estudio profesional. Desde 1984, habían grabado varias maquetas que circularon por las compañías discográficas españolas sin llamar la atención.
Después del concierto de la sala En Bruto, el 10 de enero de 1987, Gustavo Montesano y Roberto Azorín convencieron a EMI-HISPAVOX para que les probara con un mini LP. “El mar no cesa” fue la culminación de esa etapa.
Más de un alto ejecutivo debió estirarse de los pelos al haber ignorado a una banda que vendió más de 150.000 copias de su primer LP.
Había que dar un giro radical. Phil Manzanera lo tuvo claro el día en que los vio tocar en Calatayud: era preciso plasmar en el segundo LP el contundente sonido de la banda sobre el escenario.
SENDEROS DE TRAICIÓN
En los estudios Kirios, en Alcorcón, había una mesa de sonido Neve de válvulas, idéntica a la que se utilizaba en los Abbey Road de Londres.
Phil Manzanera les hizo interpretar los temas a todos juntos, haciendo que sonaran como una banda.
El producto se redondeó con una excelente fotografía de Javier Clos. “Entre dos tierras” empezó a sonar en España, Suiza, Bélgica y Alemania. La carrera internacional había comenzado.
Otra vuelta de tuerca hacia el rock and roll. Un sonido espectacular, de una brillantez insuperable, un disco doble cargado de guitarras que tejen una potente estructura sonora.
EL ESPÍRITU DEL VINO
“El espíritu del vino” es el álbum con el título más poético de la banda, homónimo del poema L’ame du vin, de Baudelaire.
También presenta el diseño más sofisticado, fruto del trabajo de Pedro Delgado.
Y un conjunto de grandes temas, que se presentaron en la extenuante gira “El camino del exceso”: 138 conciertos en 16 países. El largo tour terminó el 16 de julio de 1993, en Kerhsatz, Finlandia, con la nada al borde de la disolución.
El testamento musical de Héroes del Silencio, expresión de un rock de influencia americana
nunca superado. El broche de oro a una carrera irrepetible.
AVALANCHA
El último álbum de la banda requirió un largo trabajo de composición, desarrollado en Benasque, High Wycombe y Los Ángeles, entre Septiembre de 1994 y abril de 1995, momento en que comenzó la grabación en los estudios Soundcastle.
Y nada menos que dirigida por Bob Ezrin, que había producido antes el mítico The Wall, de Pink Floyd.
Fue también el principio del final: la lesión en la mano de Juan, las desavenencias musicales, la convivencia ininterrumpida y la incomunicación provocaron que el 6 de octubre de 1996 Héroes del Silencio terminara su historia.