“Ellos son muy jóvenes y muy nuevos. Son Héroes del Silencio”. Así les presentaba mi querido Jordi Hurtado, en su mítico concurso de televisión ‘Si lo sé no vengo’. Según los archivos de TVE, fue el 10 de abril de 1988. Reconozco que no hubiese sido capaz de acertar la fecha, pero sí recuerdo perfectamente aquella actuación. Era domingo por la tarde, y como fan, verles en TVE me hizo sentir muy feliz, y como zaragozano y aragonés, muy orgulloso.
Sí, por aquel entonces, yo ya era fan de Héroes. Por supuesto, ya tenía en mi poder su EP de presentación y lo desgastaba igual que había hecho anteriormente con el casete con el que comenzó mi pasión por ellos. Ese en el que tenía grabada la maqueta que el añorado locutor Cachi haría llegar a Gustavo Montesano, guitarrista de Olé Olé, y que les abriría la puerta de la discográfica EMI. Creo aún lo tengo guardado en casa de mi madre. La portada es una fotocopia en la que simplemente aparece el nombre del grupo escrito sobre fondo blanco, sin ningún dibujo ni adorno añadido (ni rastro, todavía, de los dragones) y en el interior, los títulos de las tres canciones que contiene: ‘El mar no cesa’, ‘No más lágrimas’ y ‘Héroe de leyenda’.
Unos meses más tarde desde aquella actuación dominical, saldría a la venta su primer disco, ‘El mar no cesa’. Ahorré tan rápido como pude el dinero que costaba el vinilo, y cuando lo conseguí,me fui a Discos Linacero para hacerme con él. Lo escuchaba una y otra vez, a todas horas. Unas veces, el disco entero; otras, escogiendo los temas a modo degustación. El top 5 de aquellas“selecciones individualizadas” lo formaban ‘…16’, ‘No más lágrimas’, ‘Flor venenosa’, ‘Héroe de leyenda’ y ‘Agosto’. Las escuchaba, y también las cantaba intentando imitar los giros de la voz de Enrique; en las partes instrumentales, alternaba el movimiento de una púa imaginaria que rasgaba la guitarra de Juan, con mis dedos acariciando las cuerdas del bajo de Joaquín o con mis brazos cruzados golpeando en el aire la batería de Pedro.
Para mí, no eran un grupo más. Cada día iba al colegio con mi carpeta forrada con una foto del grupo que regalaron en el número 6 de la extinta revista musical ‘Popcorn’, en la que los cuatro aparecían vestidos de negro (color que se apoderaría de toda mi ropa, en un claro ejercicio de imitación), delante de una valla metálica sobre un fondo azul. Y en mi pupitre, tenía dibujado el escudo con los dos dragones que aparecía en la portada de su disco. Recuerdo que un día en clase, apareció un compañero, cuyo padre era joyero, con aquel escudo convertido en un maravilloso colgante de plata… (creo que no hace falta que describa lo que sentí al verlo, ¿verdad?).
Como era de esperar, seguí aumentando mi colección de discos con todos sus trabajos posteriores, y les disfruté en directo siempre que me fue posible, hasta su gira de 2007. Han pasado muchos, muchos años desde entonces, y sin embargo, hace tan sólo unos días, el famoso wrapped de Spotify me confirmaba que Héroes del Silencio había sido el grupo que más había escuchado durante el último año. Al verlo sonreí y recordé todo lo que he escrito antes. Sin duda alguna, las canciones de Héroes del Silencio llegaron a mi vida para quedarse, y doy gracias por ello.
Luis Larrodera
Fotografía: Javier Cebollada
